El sábado, 1 de febrero, nuestra diócesis celebró el Día Mundial de la Vida Consagrada en la que reconocimos los aniversarios de plata, oro y diamante de 20 mujeres y hombres Religiosos. Esa celebración me brindó un foro público para agradecer a las 17 hermanas, un hermano y un sacerdote, por su testimonio jurado a Cristo como Religiosos Consagrados, y darles las gracias por los dones que sus comunidades religiosas brindan a la iglesia en Camden.
La diócesis y sus instituciones, pero sobre todo su gente, se han beneficiado del ministerio de estos Religiosos. Mientras que el beneficio puede ser medido por el servicio que han prestado en la educación, la salud, la catequesis, el trabajo social y la pastoral parroquial, aún más significativos, son los beneficios inconmensurables para aquellos que han sido servidos por estos Religiosos. ¿Quién puede medir la comodidad, el ejemplo, la alegría, el cuidado, las oraciones, el estímulo, y el reto, (sólo para nombrar unos pocos) que hemos recibido de estos Religiosos?
El Evangelio de la Misa Diocesana fue el pasaje de San Juan, capítulo 15, versículos 1-8, sobre la Vid y los Sarmientos, donde se encuentra la auto-identificación de Jesús: “Yo soy la Vid”. A esto se suma la identificación de sus discípulos: “ustedes son los Sarmientos”. Esa metáfora encantadora captura el don de la Consagración Religiosa. La Vid y los Sarmientos describen el viaje de la vida y la identidad de un Religioso que está unido a Cristo por el Bautismo, la Confirmación y los Votos Sagrados. Los religiosos reciben la vida de Cristo. En su ministerio, el Religioso da testimonio de Cristo a quienes sirve.
Nuestra diócesis ha sido bendecida con su presencia, sus carismas, sus trabajos en favor del Evangelio, el Reino y la Iglesia. Recientemente, el Vaticano anunció que el año 2015 se designará como el Año de la Vida Consagrada. Durante ese año la Iglesia examinará el don de la Consagración Religiosa y celebrará este regalo. Les quiero sugerir que la próxima vez que esté en compañía de una Hermana Religiosa, un Hermano o Sacerdote, le exprese su gratitud a él o ella.
Después de la Misa Diocesana disfrutamos de una comida y de la compañía de uno a otro. Yo esperaba elevar una copa de vino para brindar por los jubilares pero no había vino. Así, que permítanme hacer un brindis a través de estas letras… con la gratitud de la iglesia de Camden por su generoso servicio de auto-entrega y de amor; por ser un hijo o hija fiel a la iglesia; por haber sido fiel a sus votos; por recordarnos, con su ejemplo de vida, la verdadera vida que está más allá de este mundo; por la manera en que viven para los demás; por hacer de este mundo un lugar mejor. Nuestras oraciones y buenos deseos, y nuestro agradecimiento y reconocimiento… Felicidades Hermanas, Hermano y Padre.
25 Anos
Sr. Vilma Butron, FMIJ
Rev. William Weiksnar, OFM
Br. James Beamesderfer, SAC
50 Anos
Sr. Sheila Holly, SSJ
Sr. Patricia Agnes Tomlin, SSJ
Sr. Marty Gentilini, SSJ
Sr. Paula Randow, OSF
Sr. Daniel Marie Catherine, DM
Sr. M. Rita DeFlavia, FMIHM
Sr. M. Dorothy Aloisio, FMIHM
Sr. Maria Metzger, SSJ
60 Anos
Sr. Mary Philomena Gini, RSM
Sr. Claire Sullivan, IHM
Sr. Mary Cradock, FDNSC
Sr. Maureen Cooper, OP
Sr. Nora Foley, OP
Sr. Bernardine Lolli, DM
Sr. Janice Heery, OP
Sr. Miriam de Lourdes, RSM
Sr. Mary Dolores Ferrecchia, MPF