LOS ÁNGELES – Peter J. Coulchinsky llegó a Estados Unidos desde Argentina en 1986 siendo un joven que procuraba obtener un título en Jurisprudencia. Según su tiempo en Estados Unidos se alargaba, más decidía que quería quedarse.
Solo que había un problema: tenía solamente visa de estudiante.
Después de la graduación, sin embargo, eventualmente obtuvo una tarjeta verde, entonces su naturalización y un pasaporte estadounidense, meta para inmigrantes de muchas nacionalidades.
Hoy día, 27 años después, el asesor de riqueza global argentino es dueño de su propia empresa de servicios financieros, Texas Legacy Wealth Management en San Antonio.
En el camino, Coulchinsky, quien fue criado con fuertes valores católicos, conoció al arzobispo José H. Gómez cuando él dirigía la Arquidiócesis de San Antonio. Cuando fue invitado a unirse a la Asociación Católica de Líderes Latinos (CALL), Coulchinsky estaba eufórico. Él dijo que era debido al interés de la organización en inmigrantes que, como él, podrían convertirse en miembros productivos de la sociedad estadounidense con la base de sólidos valores católicos.
Coulchinsky dijo a The Tidings, periódico de la Arquidiócesis de Los Ángeles, que valoraba del arzobispo Gómez especialmente “la pasión y el compromiso con los hispanos, los indocumentados”, que reflejaba una “perspectiva tangible” de la iglesia en ese asunto y otros de interés para la comunidad latina.
El empresario de San Antonio fue uno de las casi 200 personas que asistieron a la octava conferencia anual de CALL coordinada por el capítulo de Los Angeles. Coulchinsky dijo que CALL está comprometida con “poner el Evangelio en acción en el lugar de trabajo y en los ámbitos político y social”.
El cardenal Francis E. George de Chicago dijo a los asistentes que la necesidad de un diálogo constante para lograr las metas en la vida es imperativo. Él señaló la necesidad de contrarrestar el actual “anticatolicismo endémico” del país.
“No podemos ser pasivos”, dijo el arzobispo. “La iglesia nos llama a estar al frente de la iglesia de Estados Unidos”. Él sugirió que “la religión tiene que ser llevada por la religiosidad intencional”, no tanto por la “religiosidad popular”.
El arzobispo Gómez se hizo eco del cardenal George llamando a los líderes a hacerse siempre más activos en llevar los valores de su credo a la vida pública.
“El futuro de Estados Unidos depende de lo que nosotros (los latinos) hagamos, influenciados por nuestra fe y por nuestra santidad”, dijo el arzobispo Gómez durante una conversación amistosa con un grupo de la prensa católica hispana local que cubría el evento”. Tenemos que participar en la vida comercial del país y es importante que formemos la conciencia y participemos en la vida pública también”.
Como lo ha expresado en homilías, discursos y en un libro, el arzobispo Gómez dijo que a los estadounidenses debe recordárseles constantemente que este país tiene sus raíces en el credo católico traído originalmente por los hispanos.
“Ahora es el momento”, él declaró, “para aprender quiénes somos, para decidir mantenernos unidos y hacia dónde queremos ir”.