SAN ANTONIO (CNS) —Pidiendo a los católicos unirse contra “la ignorancia, el temor y la inseguridad” que “alimentan el racismo y el odio hacia el forastero”, el arzobispo Gustavo García Siller fue instalado el 23 de noviembre como el sexto arzobispo de San Antonio.
Su padre de 76 años de edad, Gustavo García Suárez, y su madre de 75 años, María Cristina Siller de García, junto con todos sus hermanos y las familias inmediatas de ellos asistieron a la Misa solemne de instalación y recepción en la iglesia el St. Mark the Evangelist en San Antonio.
Nacido en San Luis Potosi, México, el arzobispo de 54 años es el mayor de 15 hijos.
Obispo auxiliar de Chicago desde el 2003, el arzobispo García Siller es sucesor del arzobispo José H. Gómez, quien en abril fue nombrado arzobispo coadjutor de Los Ángeles. Él es uno de 26 obispos hispanos activos en Estados Unidos.
En su homilía, el arzobispo García Siller dijo que el mensaje cristiano es contracultural y “puede ser profundamente inquietante y hasta amenazador para algunos”.