Los participantes discuten la reforma inmigratoria durante un taller llevado a cabo el 6 de febrero en el antiguo Centro de Vida Espiritual, San Pío X, Blackwood.
Foto James A. McBride
BLACKWOOD, NJ – Una familia filipina separada por la deportación después de casi 20 años en los Estados Unidos. Una familia forzada a salir de su casa por la mañana temprano y enviada de vuelta a México. Una mujer deportada de vuelta a Palestina.
Estas fueron las historias que unas religiosas y trabajadores parroquiales compartieron con los demás en la tarde del 6 de febrero del corriente, aquí en el antiguo Centro de Vida Espiritual San Pío X, al hablar de la difícil situación de los fieles inmigrantes en el sur de Nueva Jersey. Este taller sobre la Reforma Integral de Inmigración fue patrocinado por la Pro-Catedral de San José, en Camden, NJ.
Actualmente, hay aproximadamente de 12 a 20 millones de trabajadores indocumentados en los Estados Unidos, que han venido de México y otros países en busca de una vida mejor.
El taller fue una oportunidad para que los líderes de la parroquia pudieran conocer y saludar a los inmigrantes que sirven, a la vez que les dio la oportunidad de discernir la forma de trabajar en colaboración con los líderes de la Región y el Estado, por una reforma migratoria integral. Según Jesús nos llama a “acoger al forastero entre nosotros,” los católicos deben proveer una mejor ayuda y atención a los inmigrantes y refugiados. Este parecía ser un tema del día. “Tenemos que asegurarnos de que la voz de los católicos se escuche en todo el estado y la nación”, dijo la Hermana Verónica Roche, asociada de pastoral en la Pro-Catedral de San José.
Las 30 a 40 personas que participaron, procedentes de toda la Diócesis de Camden, tienen “una gran pasión por conseguir una reforma migratoria”, dijo el Monseñor Robert McDermott, Párroco de la Pro-Catedral de San José, en sus declaraciones a los allí reunidos.
Joseph Fleming, director ejecutivo de PICO en Nueva Jersey (siglas en inglés de la organización “People Improving Communities through Organizing” – que podríamos traducir al español como “Gente Mejorando Comunidades mediante la Organización”), cuyo objetivo es ayudar a las comunidades a que se enfrentan a problemas tales como la inmigración, la vivienda asequible y la atención médica, fue el orador principal. Él ayudó a los participantes a buscar maneras de ayudar a los inmigrantes, tales como proveer recursos en la parroquia, hablar con los líderes cívicos, y ayudar a los inmigrantes a recibir representación legal efectiva. Se programó otra reunión similar, para el próximo mes, en el mismo lugar.
“Esta es una realidad que yo vivo todos los días en mi comunidad”, dijo el Padre René Canales, de las Parroquias San Gabriel Arcángel en Carneys Point y Santa Clara de Asís en Gibbstown.
“Veo la angustia y el dolor” de los fieles, dijo, que están constantemente preocupados de ser devueltos a su país de origen.
La Hermana Claire McNichol, SSJ, asociada de pastoral de la Parroquia Beata Teresa de Calcuta en Collingswood, trabaja con un grupo de justicia social en su parroquia, y estaba emocionada de traer información a sus parroquianos sobre lo que aprendió en el taller. “Tenemos la esperanza de poder crear conciencia en nuestros feligreses sobre este problema, y lo importante que es para la comunidad católica el ser partícipes en estas iniciativas”, dijo.