Elizabeth Mariani aprendió el valor del trabajo duro y de la educación católica de sus padres, que emigraron a Estados Unidos. Este otoño, compartirá esos valores con los jóvenes de la Diócesis como nueva directora de la Escuela del Sagrado Corazón, Camden, una Escuela Católica Asociada.
“Mientras crecíamos, a mi hermano y a mí nos inculcaron la importancia de la educación a la vez que compaginábamos las obligaciones familiares, como ayudar con el camión de comida de mi padre”, recuerda Mariani. “Ser testigo de sus sacrificios y su inquebrantable compromiso con la educación me dejó una impresión duradera”.
Alumna del Philadelphia High School for Girls, asistió a la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Pensilvania, donde se licenció en psicología en el 2012. Participó en multitud de actividades diversas, como asistente de investigación en el Centro de Sueño y Neurobiología Circadiana, y fue voluntaria en Community School Student Partnerships en el oeste de Filadelfia.
“Durante este tiempo, a menudo reflexionaba sobre lo bendecida que era por tener la oportunidad de formar parte de una institución así”, dijo Mariani, citando una vez más la admiración de sus padres por el trabajo duro y el amor por la educación católica. “Luego asistí al Programa de Alianza para la Educación Católica (ACE) de la Universidad de Saint Joseph como una oportunidad de aportar de lo recibido a las escuelas católicas urbanas mientras obtenía mi maestría en educación de años intermedios [en el 2014]. No he mirado atrás desde entonces!”.
La carrera de Mariani como profesora comenzó en la Academia Vincenciana llamada “Vincentian Academy at DePaul Catholic School, Philadelphia.” seguida de su trabajo como profesora de secundaria y luego como profesora principal de Gloucester Catholic High School, Gloucester City. Posee un certificado de enseñanza del Estado de Pensilvania en educación de años intermedios (de cuarto a octavo curso) y un certificado en desarrollo de liderazgo del Programa de Liderazgo Robert A. Fox de la Universidad de Pensilvania.
Mariani y su marido, Daniel, son padres de su hija pequeña, Sophia. La familia es miembro de la parroquia de Santa María, en Gloucester City.
Los objetivos de Mariani para el próximo año escolar son construir sobre el legado de sus predecesores en la escuela del l Sagrado Corazón, el padre Michael Doyle y la directora Janet Williams.
“Espero seguir sus pasos y fortalecer la relación de la escuela con la comunidad local”, dijo. “Tengo la intención de trabajar con los líderes y patrocinadores de la comunidad para invertir en nuestros hijos para que, a su vez, crezcan para ser aprendices de por vida y administradores dentro de sus propias comunidades”.
Su mensaje a los futuros alumnos y padres es que una educación católica “pone un fuerte énfasis tanto en lo académico como en las enseñanzas de Jesucristo”. El Sagrado Corazón y los Colegios Católicos Asociados tienen como objetivo formar personas integrales con una base espiritual, socialmente comprometidas y académicamente preparadas”, dijo.