¿Estás listo para la Navidad? En las próximas semanas, esa pregunta se hace con frecuencia. Estás listo para Navidad podría significar — ¿Está decorado tu árbol navideño? ¿Has hecho tus compras y envuelto los regalos? ¿Has escrito y enviado tus tarjetas? ¿Está decorada tu casa y has hecho los planes para las cenas y reuniones de Nochebuena y Navidad con familiares, amigos y vecinos? Estas preguntas ponen nerviosas e inquietas a muchas personas, ya que se preocupan por todo lo que tienen que hacer antes de Navidad.
Me gustaría proponer otra pregunta más importante para hacerla durante estas semanas antes de Navidad, esta época del año conocida como Adviento. El Adviento es la temporada de preparación — de estar listos para Jesús. La palabra Adviento significa VENIR.
El Adviento se enfoca en la venida del Señor.
Una mejor pregunta es: ¿Estás listo para su venida durante esta maravi-llosa época del año que es Navidad? Su venida en la carne del Niño Jesús, Hijo de Dios, Hijo de María, cuyo nacimiento en Belén de Judea se recuerda cada año el 25 de diciembre y la Iglesia lo celebra durante ocho (8) días hasta el 1 de enero. ¿Estás listo para ce-lebrar su nacimiento de acuerdo con la carne y lo que la Encarnación de Dios significa para la humanidad? Su Nacimiento es el evento central en la historia humana. Cristo vino al mundo y su nacimiento ha afectado al mundo como ningún otro. ¿Tu pensamiento como su discípulo, tu hablar como su discípulo y seguirlo como su discípulo se verán afectados por esta celebración Navideña de Dios nacido entre nosotros y como uno de nosotros?
El Adviento es también una preparación para su venida a juzgar a los vivos y los muertos. Su venida en gloria. Su segunda venida. El vendrá de nuevo. No en la humilde carne de un infante, sino en la carne glorificada del Resucitado Señor de la Gloria, quien introducirá la plenitud de la Regla de Dios al final de los tiempos cuándo ocurrirá el último juicio de los vivos y los muertos. Este mundo llegará a su fin designado y la Regla de Dios será cumplida. ¿Estás listo para su venida en gloria? ¿Estás listo para ser juzgado por Dios por cómo has vivido como seguidor de Cristo? Estamos en los últimos días esperando la demostración completa de Dios, que separará las ovejas de las cabras como enseña el Evangelio (Mt 25: 31-ss). ¿Estás viviendo para estar entre las ovejas en el Juicio Final?
En Adviento también nos preparamos para la venida de Cristo en misterio. El misterio no significa que Cristo esté completamente escondido u oculto, sino que se manifiesta de diversas maneras. ¿Estás listo para encontrarlo en los sacramentos en los que El actúa y está presente? ¿En la iglesia en la que Él enseña? ¿Estás listo para encontrarte con Él en sus discípulos que lo siguen y buscan poner en práctica sus enseñanzas y mandamientos? Misterio significa que las mujeres y los hombres con quienes entras en contacto tienen el rostro de Dios, especialmente los pobres, los que sufren y los enfermos (Mt 25: 31-46). Misterio significa que Cristo viene a nosotros de maneras muy sencillas. ¿Estás listo para saludarlo? ¿Para reconocerlo?
Durante el Adviento, pensemos en prepararnos para estas tres venidas del Señor. Su venida en la historia, tomando nuestra carne para salvarnos. Su venida en gloria y majestad cuando sea mostrado como el Señor del Cielo y la Tierra. Su venida en el presente, disfrazada de tantas personas, situaciones y eventos. Presente en cada sacramento. Prepárate para saludarlo. Espera por él. Espéralo. Él viene.
Los primeros cristianos frecuentemente oraban: Ven, Señor Jesús, “Maranatha”. Hagamos esta nuestra oración de Adviento durante estas semanas antes de la Navidad: ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven pronto! ¡Manifiéstate! Te esperamos y vela-mos por ti. Te esperamos y necesitamos que nos rescates de la oscuridad y el pecado.
Orando de esta manera, nos unimos a Dios y a una fe, compromiso y conversión más profundos. Como inespe-radamente vino una vez en carne humana, todavía viene a nuestras vidas. Espéralo. Espera por él. Y, en estos días antes de la Navidad, prepárate para Él.