Hasta ahora todos han escuchado la noticia: el Papa Francisco viene a los Estados Unidos. Y no sólo a cualquier lugar en los Estados Unidos; sino que viene a nuestro patio, a Filadelfia. Su visita traerá gente de todo el país, de todo el mundo.
Pocos – tanto Católicos como no-Católicos – quizás no hayan notado la tremenda atención que éste Papa le ha prestado a los pobres desde su elección como el sucesor de San Pedro en apenas un poco más de dos años. Éste es un Papa de y para los pobres; un Papa que visita a los encarcelados, que se va por las calles de Roma para hablar con las personas sin hogar, y que hace un llamado al mundo para recordar a aquellos marginados de la sociedad.
“La pobreza en el mundo es un escándalo”, dijo. “En un mundo donde hay tanta riqueza, tantos recursos para alimentar a todo el mundo, es incomprensible que haya tantos niños con hambre, que haya tantos niños sin educación, muchas personas pobres. La pobreza hoy es un grito”.
En el sur de Nueva Jersey ese grito es penetrante. Se esconde debajo de la superficie de muchas de nuestras familias que luchan por pagar vivienda y comida.
En 2014, Nueva Jersey fue clasificado como el quinto estado más caro para la vivienda por la Coalición Nacional de Vivienda de Bajos Ingresos. Decenas de miles de personas en el sur de Nueva Jersey carecen de acceso a los alimentos y las tasas de inseguridad alimenticia (los que no están seguros si tendrán alimentos para la siguiente comida) en nuestra zona están algunos de los más altos en el estado.
En nuestra diócesis los condados de Cape May, Atlantic and Cumberland tienen las tres tasas más altas de desempleo en el estado, más del 11 por ciento y hasta un 16 por ciento en algunos lugares. En el Condado de Camden, comunidades apartadas sólo por unas millas bien podrían estar separadas por océanos de las vastas desigualdades en oportunidades económicas, educación, y hasta en recursos alimenticios que existen entre ellos.
Alrededor de nosotros en el sur de Nueva Jersey, las familias se enfrentan diariamente con las imposibles decisiones entre pagar alquiler, pagar utilidades o comprar comida para alimentar a sus hijos. Los niños y sus madres están entre las víctimas más desafortunadas de la pobreza.
Sin embargo, la visión del Papa Francisco no termina solo con alzar el grito de los pobres.
«La pobreza», dijo, “nos llama a sembrar esperanza.»
Por mucho que la próxima visita del Papa llame nuestra atención al grito silencioso de la pobreza que nos rodea en el sur de Nueva Jersey, también debería inspirarnos a convertirnos en sembradores de la esperanza que nuestra región necesita. Podemos empezar por aprender más sobre las necesidades de nuestros hermanos y hermanas y las causas estructurales de la pobreza en nuestra región.
Podemos abogar en nombre de los pobres a nuestros funcionarios electos en el gobierno, instándolos a difundir políticas que construyan una sociedad en la que vivienda y alimentos adecuados sean accesibles para todos.
Y podemos dar de nuestro tiempo o tesoro a las muchas agencias que sirven a las necesidades de los desamparados y hambrientos en nuestras comunidades.
Una de estas agencias es Caridades Católicas, la agencia de servicios sociales de la Diócesis de Camden que sirve a todos los seis condados del sur de Nueva Jersey. Cada año, la agencia ayuda a miles de personas y familias que luchan contra la vivienda y el hambre. La agencia ofrece servicios de despensa de alimentos y asistencia financiera para los gastos de alquiler y utilidades; pero aun hace mucho más. Camina con los clientes a lo largo del camino a la estabilidad, y les proporciona servicios de administración de casos que buscan satisfacer las necesidades de la persona y producen un cambio duradero en las vidas de las familias.
El jueves, 17 de septiembre una semana antes de la visita del Santo Padre, Caridades Católicas celebrará su cena anual de Justicia Para Todos. Contribuyendo a esta cena como patrocinador o asistiendo o haciendo una donación para las obras de Caridades Católicas, son maneras adecuadas para hacer un impacto en las vidas de las familias que luchan contra la pobreza.
El lunes 15 de junio, el Comité del Hambre y Falta de Vivienda designado por la Arquidiócesis de Filadelfia para tomar acción en temas de la pobreza antes de la visita del Papa, está poniendo en marcha dos iniciativas. La primera es una campaña de promoción que proporcionará oportunidades a todos para animar a nuestros funcionarios electos a que recuerden a los pobres y vulnerables en sus políticas públicas.
El segundo es el establecimiento de “Fondos de Francisco” que se utilizarán para mejorar el trabajo de organizaciones que luchan contra el hambre y la falta de vivienda en la ciudad de Camden y en toda la región de Filadelfia. Caridades Católicas, junto con otras seis agencias de Camden, serán los beneficiarios de estos fondos que les permitirá fortalecer sus servicios a los pobres en la zona de Camden.
El Papa Francisco ha dicho que, “la medida de la grandeza de una sociedad se encuentra en la forma como trata a los más necesitados, a aquellos que no tienen nada aparte de su pobreza.”
Preparémonos para dar la bienvenida a la visita del Vicario de Cristo a nuestra área siguiendo su enseñanza para responder en nombre de Cristo a los más necesitados entre nosotros. Ruego para que ustedes sean inspirados por la visión de nuestro Santo Padre hacia una sociedad más justa y que escuchen el grito de los pobres en nuestra región y respondan como sembradores de esperanza.
Usted puede aprender más acerca de las Caridades Católicas de la Diócesis de Camden en www.CatholicCharitiesCamden.org y del Comité del Hambre y Falta de Vivienda de la Arquidiócesis de Filadelfia en www.MercyandJustice.org.