Una edición reciente de THE WALL STREET JOURNAL presentó un artículo de primera plana por Matthew Hennessy, uno de sus Periodistas Asociados de Ediciones Especiales, titulado El Sacerdocio es una Vocación Heroica. Hennessy sostiene que “los jóvenes todavía quieren una vida de virtud heroica y el sacerdocio ofrece eso en abundancia”. Él sugiere que los directores de vocaciones deben apelar a los jóvenes contando las historias de sacerdotes heroicos.
El sábado 23 de septiembre, el Padre Stanley Rother será beatificado por la iglesia durante una ceremonia en la ciudad de Oklahoma, en Oklahoma, su diócesis de origen. Stanley Rother es un ejemplo contemporáneo de un sacerdote HÉROE. Será el primer sacerdote diocesano norteamericano declarado Beato y el primer hombre mártir norteamericano. A la edad de solo 46 años, el Padre Rother fue asesinado por odio a la iglesia.
Cuando Stanley Rother entró en el seminario, y después de años de estudio y formación que lo llevaron a la ordenación sacerdotal en 1963, nunca hubiera imaginado que un día la iglesia reconocería su santidad y propondría a los fieles imitar su ejemplo.
Después de la ordenación al sacerdocio, él sirvió durante cinco años en diferentes asignaciones en su diócesis como sacerdote de parroquia. Luego se ofreció como voluntario y fue aceptado para hacer trabajo misionero en Guatemala, en la parroquia de Santiago Atitlán, la cual era administrada por sacerdotes de la ciudad de Oklahoma. En ese tiempo algunos obispos norteamericanos respondieron a la invitación de San Juan XXIII para administrar parroquias en Centro y Sur América. Nuestra diócesis de Camden aceptó misiones en Brasil y envió sacerdotes de Camden para administrarlas.
En Santiago Atitlán el Padre Rother ministraba con gran celo sacerdotal a feligreses en su mayoría pobres. Entre las iniciativas pastorales que él estableció estuvieron: una clínica de salud, la primera estación de radio católica, instrucción en la agricultura, una cooperativa de agricultores, formación sacramental, preparación de catequistas, estudio bíblico, una escuela, además de los múltiples deberes sacramentales de un sacerdote de parroquia. Incluso ayudó a desarrollar una forma escrita de Tz’utujil, el idioma de los nativos locales.
En aquel tiempo, una guerra civil estaba estallando en Guatemala y los pueblos nativos indígenas eran sospechosos de ser revolucionarios. La mayoría de los feligreses del Padre Rother eran Indios Mayas. A pesar del peligro que enfrentaba debido a la situación política, el Padre Rother optó por permanecer con sus feligreses. “El pastor no puede correr a la primera señal de peligro. Oren por nosotros para que podamos ser un signo del amor de Cristo para nuestro pueblo … “, escribió en su última carta de Navidad la cual fue publicada en el periódico diocesano de la ciudad de Oklahoma. “Si es mi destino entregar mi vida aquí, entonces que así sea.”
A medida que la situación empeoraba, la temperatura en contra de la iglesia aumentaba y se enfocaba en los líderes parroquiales que hacían cosas como alimentar a los hambrientos, dar refugio a los desamparados, enseñar técnicas agrícolas, fomentar el estudio de la Biblia, proclamar el Evangelio, explicar la fe y el amor a los pobres. Algunos de estos líderes (catequistas) fueron secuestrados y asesinados. El nombre de Stanley Rother fue puesto en una lista de muerte. Como la situación se agravaba, retornó a Oklahoma a principios de 1981 por unos meses, pero luego decidió volver con su pueblo en Santiago Atitlán. El final llegó para él, el 28 de julio de 1981. Fue martirizado en su rectoría. Cuando la noticia del asesinato del sacerdote se extendió por Santiago Atitlán, cientos de feligreses de su rebaño llegaron a la plaza de la iglesia. Allí lloraron la pérdida de su pastor y se quedaron en un silencio ensordecedor frente a la iglesia de la parroquia. El Papa Francisco declaró al Padre Stanley Rother un mártir de la fe digno de los honores del Altar.
Yo he pedido a cada uno de nuestros 19 seminaristas que tengan una intención especial en la misa el sábado 23 de septiembre, el día de la beatificación del Beato Stanley Rother. Esa intención es de orar por las vocaciones al sacerdocio para nuestra diócesis. Tal vez, usted también puede orar el día 23 por vocaciones al sacerdocio en la diócesis de Camden.
Necesitamos hombres jóvenes que tengan el deseo de SERVIR al pueblo. Estamos buscando jóvenes VALIENTES que no tengan miedo de considerar el llamado al sacerdocio diocesano. Necesitamos sacerdotes HÉROES aquí mismo en el sur de Nueva Jersey. Sacerdotes que se inspiren con un celo misionero para llevar a todos el Evangelio e invitar a todos a nuestra iglesia Católica. Necesitamos sacerdotes que estén dispuestos a hacer sacrificios personales por el bien del Reino de Dios. Necesitamos sacerdotes comprometidos con la Nueva Evangelización. Necesitamos sacerdotes como el Beato Stanley Rother. Pastores cuyas vidas se den con gusto al rebaño. Ellos están ahí afuera. Algunos de ellos sólo necesitan un pequeño empujón. Tal vez, su oración y sus palabras podrían ayudar con eso.
Estoy de acuerdo con la conclusión de Matthew Hennessy de que los jóvenes Católicos están buscando un desafío. El sacerdocio diocesano es una vida muy desafiante y una vida muy gratificante. Pedimos la intercesión del Beato Stanley Rother para mover los corazones y las mentes de los jóvenes para discernir una vocación al sacerdocio para la diócesis de Camden.
Beato Stanley Rother, ruega por nosotros.