Estamos en un momento nuevo para las Escuelas Católicas de la Diócesis de Camden, un momento que es compartido por la Iglesia aquí en los Estados Unidos y a través del mundo. Este Octubre celebraremos el Cincuentavo Aniversario de la Segunda Declaración del Concilio Vaticano para la Educación Cristiana, Gravissimum Educationis. Este documento establece que “el rol de la Iglesia es especialmente evidente en la Escuela Católica. Las Escuelas Católicas son un ministerio vital de la Iglesia y yo añadiría que es un ministerio vital para cada una de nuestras parroquias en la diócesis. Los Obispos en los Estados Unidos del Siglo 19, en el Concilio de Baltimore, decidieron que una escuela parroquial debe estar conectada a cada parroquia, En ésta diócesis, las escuelas regionales pertenecen a cada parroquia en determinadas áreas. Yo espero de cada parroquia de la región que no solo apoyen financieramente a las escuelas, sino que también motiven la matriculación de estudiantes en sus escuelas regionales. Cada parroquia debe agradecer el valor de las escuelas Católicas y tomar una propiedad activa de la escuela Católica regional. Yo aplaudo a esas parroquias que apoyan una escuela parroquial que se mantiene por si sola y especialmente reconozco los sacrificios de los feligreses.
En mis dos años como Obispo de Camden, he visitado muchas de nuestras escuelas para sus inicios de clases en septiembre; para visitas pastorales y Misas durante la Semana de Escuelas Católicas, y para las devociones a Nuestra Santísima Madre durante el mes de mayo. He oficiado en las celebraciones de bachillerato y en las ceremonias de graduación en cada una de nuestras escuelas secundarias diocesanas. En la mayoría de estas escuelas no solamente yo, sino otros visitantes, estudiantes y padres, maestros y personal administrativo, fuimos recibidos con un cartel anunciando a todos, “Que todos los que aquí entran sepan que Cristo es la razón de esta escuela. Él es invisible pero siempre está presente enseñando en sus clases. Él es el modelo de sus profesores y la inspiración de sus estudiantes: (autor desconocido)
Aunque no perfecta en sus esfuerzos por ser Cristo (después de todo, ¿quién lo es o que institución de la iglesia lo es?), yo encuentro que en nuestras escuelas donde la participación en la Liturgia Sagrada es reverente, respetada y forma parte regular del calendario escolar, la identidad Católica de la escuela es evidente. Estas celebraciones ayudan a la comunidad escolar a ser un lugar donde el mensaje del Evangelio de Cristo Jesús no solo es proclamado, si no también es vivido en el amor, y las interacciones humanas entre los maestros, el personal, estudiantes y familiares.
El mensaje de Jesús de ayudar a nuestros hermanos y hermanas más necesitados está también vivo en la manera en que nuestras escuelas participan en la Colecta de Alimentos faith-FULL de la Diócesis de Camden y otras colectas en beneficio de los pobres que tienen lugar durante el año. Estoy muy orgulloso de los más de 250 estudiantes de nuestras Escuelas Secundarias Católicas que participaron en la Marcha por la Vida la semana pasada en Washington DC. El esfuerzo de los estudiantes, la administración y los sacerdotes Directores de la Identidad Católica para organizar y apoyar la Marcha son testamento del valor que nuestras escuelas ponen en “nuestros hermanos y hermanas más necesitados”, el niño aun no nacido. El servicio es una marca distintiva de la Escuela Católica.
Estoy convencido ahora más que nunca que las escuelas Católicas proveen la mejor oportunidad para la total integración de la formación humana. El desarrollo físico, intelectual y espiritual de los jóvenes que son la raíz de la Education Católica. No podemos descansar y suponer que este gran Tesoro de la Iglesia puede continuar sin gran esfuerzo. Es un Tesoro digno de los sacrificios hechos. Por esta razón he establecido la Comisión de Obispos en las Escuelas para evaluar nuestras estructuras actuales y para establecer estructuras que refuercen y aseguren nuestras escuelas para el siglo veintiuno.
Estoy comprometido a hacer lo que pueda para apoyar las Escuelas Católicas de la Diócesis de Camden. Hago un llamado a todos nuestros párrocos, sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, y a nuestra comunidad de fe a que se comprometan a esta misma misión. Necesitamos padres de familia que estén dispuestos a continuar haciendo sacrificios para mandar a sus hijos a las escuelas Católicas. Necesitamos feligreses dispuestos a apoyar las escuelas de sus parroquias. Necesitamos ex-alumnos que nos ayuden financieramente con este ministerio. Y, necesitamos movilizar a la población votante de New Jersey para apoyar legislaciones que reconozcan el beneficio que las Escuelas Católicas dan a los niños y al estado brindando una educación de alta calidad a los ciudadanos de éste estado y de ésta nación.