La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha convocado una jornada de oración el lunes 12 de diciembre con un enfoque sobre la situación de los refugiados e inmigrantes en nuestro país. El día 12 es la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, a quien la Iglesia honra con el título de Patrona de las Américas. San Juan XXIII la invocó como la Madre de las Américas refiriéndose a ella como Madre y Maestra de la Fe de todos los pueblos de nuestro continente.
Que nuestras oraciones en el día de la fiesta de María lleven ante Dios las esperanzas, temores y necesidades de todas las familias y personas que han venido a los Estados Unidos buscando una vida mejor. A través de la intercesión de María, nuestra Madre amorosa a quien elevamos nuestras oraciones, que los refugiados e inmigrantes puedan experimentar el amor de Dios y conocer nuestra preocupación por su bienestar. Que María nos enseñe cómo apoyar y alentar a los refugiados e inmigrantes en América.
El Arzobispo José Gómez de Los Ángeles dijo recientemente, “Muchas familias se están preguntando cómo los cambios en la política migratoria podrían afectarlos. Queremos que sepan que la Iglesia está con ellos, que ofrece oraciones por ellos, y está monitoreando activamente los acontecimientos a nivel nacional, diocesano y estatal para ser una defensora eficaz en su favor”.
Les he pedido a todos nuestros párrocos que en las Misas diarias en las parroquias durante la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, hagan uso de los materiales que han recibido de la diócesis. En nuestras parroquias donde se celebrará a Nuestra Señora de Guadalupe con solemnidad y procesiones por las calles en las que participan muchos fieles, hay que aprovechar la oportunidad para llevar ante estas comunidades la preocupación de nuestra iglesia por los migrantes y refugiados.
Nuestra Señora de Guadalupe llevó su mensaje de amor y paz a un campesino indígena en México hoy conocido como San Juan Diego y le pidió que compartiera ese mensaje con líderes de la Iglesia. Inspirada por su ejemplo en estos tiempos modernos, nuestra iglesia trae el mensaje de Guadalupe a nuestro país, proclamando que Dios ama a los pobres que han venido a nuestro país debido a las condiciones económicas desastrosas en su tierra natal. Aunque las circunstancias del mundo contemporáneo son únicas, fue por una desesperación económica similar que mis antepasados Europeos y los de muchos de nosotros vinieron a América.
Nuestra iglesia nos invita el lunes 12 a ofrecer oraciones por los que vienen a nuestro país huyendo de la guerra y la crueldad del gobierno o que buscan mejorar sus vidas y la de sus familias. Nuestra santa Madre nos pide recibirlos como familia, como hermanas y hermanos, de la misma manera que ella recibió a San Juan Diego. Nuestra iglesia, fiel al mandato del Evangelio que dice “lo que hagan por el más pequeño entre nosotros lo hacen por mí”, nos enseña a mostrar la preocupación de Jesucristo por los refugiados y migrantes.
Nuestra Señora de Guadalupe, ruega por nosotros.