En la Parroquia Divina Misericordia de Vineland, la lluvia persistente no pudo extinguir el fuego que ardía en las antorchas y los corazones el domingo pasado, a medida que los fieles hispanos del sur de Nueva Jersey “compartían el viaje” con sus hermanos y hermanas inmigrantes.
Desde septiembre de 2017, cuando el Papa Francisco comenzó la campaña “Compartiendo el Viaje”, los católicos estadounidenses, los migrantes y los refugiados se han unido en una “cultura de encuentro”, consistente con el mensaje de Cristo para que todos vean las necesidades de los demás.
La celebración del domingo pasado llevó a mil personas a llenar la iglesia en “una hermosa demostración de que la comunidad latina del sur de Nueva Jersey siempre está acogiendo, acompañando y motivando” a los migrantes y refugiados, dijo Andrés Arango, Delegado del Obispo para el Ministerio Hispano en la Diócesis de Camden.
“Fue una celebración magnífica en dos maneras: la comunidad inmigrante sintió el apoyo de sus hermanas y hermanos latinos y, a su vez, los fieles hispanos se fortalecieron para ayudar a los refugiados e inmigrantes”, agregó.
Durante la tarde, varios testigos compartieron sus historias cautivadoras, inspiradoras y desgarradoras sobre las luchas de los inmigrantes y compartieron sus historias desde el podio de la iglesia.
Ahí estaba Olivia Sánchez, una “soñadora” que tenía dos años cuando su familia emigró a los Estados Unidos desde México. Hoy en día, la joven, una catequista de la Iglesia de San Judas, Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza en Blackwood, teme que la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), sea rechazada y ella esté sujeta a la deportación.
Sin embargo, ella alzó la voz el domingo, como una voz valiente para ella y otros como ella, viviendo en tiempos inciertos.
Estuvieron jóvenes adultos del Ministerio de Milenios Católicos de la Divina Misericordia, Estrellita Martínez, Elizabeth Espinosa y Ashley González, compartiendo su reciente experiencia de un viaje a la frontera Texas-México, donde cuidaron y comprendieron la difícil situación de los inmigrantes recién llegados.
Luisa Medrano, Coordinadora de Caridades Católicas de los Servicios de Inmigración y Refugiados de Camden, relató sus interacciones cotidianas con personas y familias que intentan vivir una vida mejor.
Y también estaba el Padre René Canales, a cargo del Ministerio Regional Hispano en Blackwood, y sus historias sobre la fe de los inmigrantes y su deseo de acercarse más a Jesús.
Inmediatamente después de los testimonios hubo una Misa con el Obispo Dennis Sullivan, seguida de una procesión de antorchas en honor a Nuestra Señora de Guadalupe, venerada por los hispanos de todo el mundo, cuya fiesta es el 12 de diciembre.
Después de que el Obispo Sullivan encendió una antorcha para la Diócesis de Camden, los representantes de las parroquias se dirigieron a la antorcha diocesana para encender la antorcha parroquial y luego unirse al estandarte de sus parroquias en el estacionamiento para compartir la luz con sus propias comunidades; todos pronto se encaminaron en procesión bajo la lluvia, confiados en que su llama en la oscuridad sería un signo de oración por los refugiados y los inmigrantes.
“El día fue una gran expresión de fe, cultura y solidaridad”, dijo Marianela Núñez, una de las maestras de ceremonias del evento, y Consultora de Campo para la Inscripción de Latinos en la Oficina de Escuelas Católicas de la diócesis.
“Fue increíble ver al Obispo Sullivan caminando con nosotros”.