Por Lisa Maxson
Catholic News Service
OMAHA, Nebraska. — Empezó en el año 1917 en una casa rentada, con cinco niños que necesitaban casa en Omaha y un sacerdote católico determinado a ayudar a jóvenes con problemas y abandonados de la ciudad.
Ahora, en la actualidad, en la Ciudad de los Niños se ayuda a más de un millón seiscientos mil personas cada año en su recinto principal formado por un grupo de casas, iglesias, escuela primaria, escuela preparatoria, oficina de correos y banco; como también un hospital nacional de investigaciones en Omaha, una línea nacional telefónica de emergencia y otros servicios y lugares en el país.
Y el sacerdote que empezó todo, el padre Edward Flanagan, podría llegar al honor de los altares algún día.
El proceso de canonización empezó el 27 de febrero con el arzobispo George J. Lucas, rodeado por más de 200 personas y docenas de foquillos de cámaras fotográficas, que colocó un aviso en las puertas de la catedral de Santa Cecilia en Omaha.
El aviso, que constituye una tradición de siglos en la iglesia católica, informa al público de la iniciación de la causa de santidad del padre Flanagan. Y también invita a la gente a que compartan sus ideas con el tribunal que ha sido elegido para revisar la vida y trabajo del sacerdote.
El proceso iniciado, que terminaría posiblemente en una canonización, continuará con una Misa el 17 de marzo en la iglesia de la Inmaculada Concepción en la Ciudad de los Niños, en donde reposa el cuerpo del padre Flanagan. En la ceremonia participarán junto con el arzobispo Lucas, el padre Steven Boes, director ejecutivo de la Ciudad de los Niños, y otros funcionarios católicos.
El padre Flanagan será llamado “siervo de Dios” en la Misa. Además, el arzobispo les dará posesión a los funcionarios religiosos y expertos que formarán el tribunal de investigación del trabajo y reputación del padre Flanagan. Los miembros del tribunal entrevistarán a personas que se presenten como testigos de las virtudes del padre Flanagan.